EL BLOG DE SAMUELA lo largo de su vida, Samuel nos escribió numerosas cartas para animarnos en nuestro caminar con Dios. Su vida ha sido un ejemplo de servicio a Cristo, viviendo para extender el evangelio por Latinoamérica.
El ya está con el Señor, pero sus palabras siguen escribiendo nuestros corazones. |
Queridos Amigos de la Tercera Juventud: ¡Cómo vuela el tiempo! A nuestra edad nos parece que los días tienen menos horas, las semanas menos días y en fin no tenemos tanto tiempo como antes. Pero esto no es excusa para no escribirles como había prometido. Ya me llamaron la atención y me jalaron las orejas. Así que voy a aventarles unos pensamientos. He aquí una historia muy bonita para nosotros, escrita por un granjero de nuestra edad: El Viejo Granero Un desconocido pasó por mi casa el otro día con una oferta que me hizo pensar mucho. Quería comprar el viejo granero que está en mi propiedad cerca del camino público. Yo le dije que estaba loco. Era una persona de las ciudades grandes, se veía de su ropa, su coche, sus modos y su manera de hablar. Me dijo que pasaba por allí y vio ese hermoso granero viejo y quería saber si estaba a la venta. Le dije que él tenía una rara idea de “hermosura”. Claro, en su tiempo era un granero bonito. Pero con el paso de los años, el sol, la nieve, los vientos y las lluvias hicieron su efecto con la pintura y ahora todo está color gris plateado. Se ve cansado. Se inclina bastante. Sin embargo, ese hombre pensaba que era hermoso. Eso me hizo pensar. Salí al campo para verlo de nuevo. El forastero dijo que está construyendo una casa un poco más lejos de mi granja y quería usar la madera de ese viejo granero para las paredes del cuarto familiar porque nadie podría darle una pintura tan hermosa. Pensé, sólo años de vida con climas extremosos pueden producir ese color de granero viejo. Me di cuenta de que tú y yo somos así también. Con el paso de los años y los problemas nos tornamos canosos y un poco inclinados. Pero el Buen Señor sabe lo que hace. Él está usando todas las experiencias difíciles para hermosear nuestra alma. Nada más podría producir eso. Sin embargo, algunos se quejan del proceso y añoran una vida más cómoda. Es una historia muy linda, ¿verdad? También me hizo reflexionar sobre mi vida. ¿Estoy “hermoso” para Dios? ¿Querrá usarme para adornar algún rincón de Su casa? Solamente si tengo la hermosura de Jesucristo en mi corazón puedo ser de alguna hermosura para el Padre. De Él el Padre pudo decir: “Este es Mi Hijo Amado en Quien me he complacido” (Mateo 3:17). Si Cristo vive en mi corazón por la fe, soy una nueva criatura: “…las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas” (I Corintios 5:17). Tengo la hermosura, la gloria, la justicia, la santidad y la bondad de Jesús como la Luz de la vida. No veo yo esa hermosura, pero Dios la ve y se complace. Cuando Cristo Jesús vive en uno, las situaciones difíciles no arruinan la vida. La mejoran. Pablo dijo: “…nos gloriamos en las tribulaciones porque las tribulaciones producen paciencia y la paciencia, carácter probado…” (Romanos 5:3,4). Es por la gracia de Dios que somos salvos, guardados y perfeccionados en esta vida para servirle ahora mientras vivimos aquí y algún día allá en Su casa también. Esta historia nos debe servir para animarnos a aguantar las tormentas, los solazos, los vientos y los fríos de nuestra vida con la esperanza de que “para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito” (Romanos 8.28). ¿Amamos a Dios? ¿Somos llamados conforme a Su propósito? Si hemos recibido a Jesucristo, creyendo en El solamente para nuestra salvación, podemos estar seguros en Su amor. Espero que ésta les encuentre a todos bien en sus espíritus aunque sus “graneros” se van envejeciendo. Me gustaría que todos pidieran al Señor sabiduría para saber si debiéramos organizar o no otro retiro para la gente de la Tercera Juventud. Que Dios nos guíe en esto. Que el Señor les bendiga y guarde en Su gran amor. Abrazos, Samuel
Los comentarios están cerrados.
|